El río Uruguay está llamado a transformarse en un eje de transporte complementario imprescindible del Gran Litoral Fluvial de la Cuenca del Plata.
Compartido con el Brasil y el Uruguay, el objetivo fundamental debe ser su interconexión navegable con el alto Paraná por el río Aguapey - antiguo cauce del Paraná que confluía en el Uruguay - y el Lago Iberá.
Con esta alternativa de aprovechamiento global se ampliará su zona de influencia a todo el ámbito espacial platense, y podrá cumplir con un dinàmico rol en el proceso de integración física en la etapa de la ‘interiorización del desarrollo’, que comenzó a darse en forma acelerada y sostenida.
El futuro Sistema Fluvial (integrado por las hidrovías Paraguay-Paraná, alto Paraná, Paraná superior-Tieté, eje transversal del Bermejo, que están llamadas a ser las arterias centrales del Subcontinente Mediterráneo del Cono Sur), completará con la hidrovía alto Paraná-Aguapey-Lago Iberá-Uruguay, las alternativas vinculantes para el transporte por agua de la región.
La propuesta es el abandono, por los países ribereños, de la tradicional posición de encarar emprendimientos exclusivamente nacionales, o a lo sumo, binacionales, que divide al río en compartimientos estancos con gravísimas ineficiencias para su utilización con fines múltiples.
Esta visión restringida dio lugar a serios desaciertos, como la construcción de Salto Grande a una cota de embalse insuficiente, con el fin de evitar la inundación de algunos territorios brasileños, pero crea inconvenientes a la navegación en la cola del remanso - Itacumbú-Monte Caseros-. O la propuesta acordada entre Brasil y la Argentina como resultado del convenio del 1º de marzo de 1972 entre Agua y Energía Eléctrica y Electrobras para construir la presa de San pedro a 18 kilómetros al norte de la desembocadura del río Cuareim, sólo como obra binacional, lo que dará lugar a la desvinculación del eje navegable con los embalses de aguas abajo.
Estos dos proyectos tendrían que concebirse como emprendimientos trinacionales, compatibilizando los distintos usos y beneficios para la navegación, el funcionamiento hidroeléctrico, el riego, el saneamiento de suelos, turismo, piscicultura y otros variados usos.
El aprovechamiento integral del río Uruguay no es para el corto plazo, aunque es deseable encarar en lo inmediato obras imprescindibles en la baja cuenca. Además de profundos estudios técnicos y de factibilidad económica, la complejidad y diversidad de obras requiere muchos años de trabajo. La prioridad inmediata debe ser la consolidación con el aporte de toda la carga posible, de la hidrovía Paraguay-Paraná y del primer eje geoestratégico ‘clave’ Rosario-San Martín al Atlántico.
Dentro de 30 o 40 años, con el incremento en progresión geométrica del transporte fluvial en la cuenca platense por el desarrollo de regiones interiores, y el tráfico entre los maxi-polos Paraná inferior-Río de la Plata y San Pablo con su hinterland, habrá llegado la hora de este eje complementario. Ayudará a descongestionar el tráfico fluvial por el Paraná de las Palmas y Paraná Guazú, convirtiéndose en una vía alternativa muy competitiva con una distancia menor en un 30% entre los puertos del Río de la Plata y el alto Paraná.
Es necesario encarar estudios conjuntos con el fin de acordar un modelo global y un cronograma para la construcción de obras compatibilizadas, que no obstruyan con propósitos parcializados la unidad del sistema hidroeconómico múltiple. Una primera etapa debería asegurar la navegación con 15 pies aguas arriba de Monte Caseros, para lo cual es necesario:
a) la construcción de la presa compensadora de Salto Grande inmediatamente al norte de la ciudad de Colón - o la alternativa estudiada en Pepe Aji en el kilómetro 238 - con un embalse recrecible para garantizar 5 metros de profundidad al pie de Salto Grande;
b) el recrecimiento de la represa de Salto Grande en dos o tres metros para que el embalse opere a las cotas 37/38, como fue la propuesta originaria, tardíamente consentida por el Brasil;
c) profundizar por derrocamiento el bajo fondo rocoso en unos pocos kilómetros en el remanso del lago, entre Itacumbú y Monte Caseros.
Luego vendrá una segunda etapa, más compleja, con la construcción de dos represas hasta la vinculación del Uruguay con el Aguapey que garantice aguas arriba el eje para 15 pies de calado (superior en La Cruz, o Alvear). El Coronel (R) Carlos A. Landaburu, que recorrió y mensuró durante muchos años de su destino militar los territorios ribereños del río Uruguay, sugiere la localización de la presa en Alvear-Itaquí, y la comunicación navegable por el Cuey Chico-Aguapey, con el propósito de evitar amplias zonas inundables - con cotas inferiores a los 50 metros - y la desaparición del extenso delta en la confluencia Aguapey-Uruguay.
El acondicionamiento del río Aguapey, para la vinculación con el embalse Yacyretá, precisa de un emprendimiento en la cuenca media y la presa de Caa-Caraí a la misma cota de embalse que
Yacyretá, al que estará vinculado por un corto canal de unos 5 kilómetros.
Finalmente, la represa Garabí en el kilómetro 880, con muy buenas posibilidades en la producción de energía, tendrá que posibilitar la interconexión Aguapey-Lago Iberá-Yacyretá, con el fin de transferir caudales extraordinarios y depredatorios en los períodos de crecidas del río Uruguay, que se corresponden normalmente con los estiajes del Paraná.
Si los estudios de campo para esta vinculación no fueran favorables - o de muy elevado costo - se debería estudiar la localización de esta represa algo más abajo, hasta Santo Tomé-San Borja, en el kilómetro 771, como fuera la propuesta del ingeniero Santos Rossell.
Se debe tener presente que la cuenca del Uruguay fue la menos estudiada, y la que cuenta con el menor número de propuestas a nivel de anteproyectos o proyectos de obra. Nuestra Mesopotamia soportó, hasta promediar el siglo, de una política premeditada de marginación, sin puentes que la comunicaran con las otras provincias ribereñas ni con los países limítrofes, y la carencia de caminos transversales e infraestructura económica básica.
Las hipótesis de conflictos e hipótesis de guerra con el Brasil, en etapas de antagonismos geopolíticos, fue la causa principal de su histórico aislamiento. Ahora es preciso ganar tiempo para preparar una carpeta de estudios básicos de las obras que es preciso encarar en el mediano y largo plazo.
En las otras cuencas fluviales del país existe un conocimiento más profundo de posibles aprovechamientos. Al río Bermejo se lo estudia desde antes de comienzos de siglo, y cuenta con estudios globales - ex-CNRB, OEA, Plan Maestro - y parciales a nivel de proyecto ejecutivo en Zanja del Tigre; el Paraná medio fue profusamente estudiado durante una década por Agua y Energía Eléctrica - Jefatura de Estudios y Proyecto Paraná Medio - que contó con el asesoramiento y la asistencia técnica integral de especialistas soviéticos de Technopromexport, con vasta experiencia en centrales de bajas caídas; Yacyretá-Apipé se comenzó a proyectar en los extensos estudios de los ingenieros Gambelare y Mermoz, de la ex-Dirección General de Navegación y Puertos, y posteriores, entre los que se destacan el de la Comisión Mixta Técnica Paraguayo-Argentina del Apipé en la década del cincuenta, y los estudios de la consultora Harza, Lahmeher y Asociados; Corpus tiene una larga cadena de estudios a partir de comienzos de los años 70 - Subsecretaría de Recursos Hídricos, COMIP - con distintas alternativas en Itá-Cuá, Itá-Curubí y Pindoí.
En el río Uruguay, la excepción es Salto Grande, acordada y construída con nuestro vecino, siendo el primer emprendimiento realizado en forma compartida por dos países en América del Sur.
Corolario:
a) El aprovechamiento del Uruguay debe ser realizado con objetivos múltiples: transporte fluvial, compensación de caudales con el Paraná para compensar estiajes y crecidas pronunciadas; neutralización de catástrofes hídricas con el trasvasamiento inter-cuencas, y con el Lago Iberá, de caudales extraordinarios y depredatorios; eficiencia en la utilización de la capacidad instalada en las centrales de aguas abajo de Yacyretá y Garabí, por el refuerzo extra cuenca en los períodos de caudales mínimos, en razón de tener los ríos Paraná y Uruguay regímenes hídricos opuestos.
b) El objetivo de optimizar la producción hidroeléctrica y como propósito principal, con represas muy elevadas, es contraproducente por el alto impacto ambiental negativo, en razón de la existencia de extensas zonas ribereñas bajas e inundables;
c) El desarrollo navegable independiente - sin vinculación con las cuencas del Paraná y del Paraguay, que superan el 85% de la superficie de la Cuenca del Plata - no es viable económicamente por su reducido hinterland paralelo al litoral Atlántico con muy buenos y cercanos puertos profundos, donde el camión y el transporte por mar Buenos Aires-Santos será más competitivo;
d) Como proyecto estratégico, la prioridad pasa por maximizar las condiciones para el transporte fluvial diurno y nocturno, con profundidades mínimas garantizadas, y la vinculación con el alto Paraná. El transporte por agua es competitivo en distancias que superen los 1.000 kilómetros, y con la vinculación al alto Paraná, se incorporará a su zona de influencia más de 2.700.000 km2 de las cuencas del Paraná y del Paraguay, con miles de kilómetros de ejes navegables: alto Paraná, Paraná superior-Tieté, hidrovía Paraguay-Paraná, canal transversal del Bermejo.
e) La propuesta de máxima es lograr un eje navegable vinculado al alto Paraná de 15 pies de profundidad para embarcaciones autopropulsadas de unas 8.000 toneladas. El propósito es evitar transferencias intermedias de cargas, o alijes, en los tramos de navegación abierto del Río de la Plata, y profundos de los embalses del alto Paraná - Yacyretá, Corpus, Itatí -. La alternativa del sistema de convoyes de barcazas por empuje, además de lerdos, tiene serios inconvenientes para navegar por el fuerte oleaje en grandes espejos de aguas sin resguardos y en lagos profundos.
f) El Modelo navegable para la cuenca del Uruguay, con las obras propuestas, deberá quedar conformado con los siguientes tramos:
1) un eje profundo corto en la desembocadura en el río de la Plata - Nueva Palmira - compatible con el acceso fluvio-oceánico al Paraná inferior por el Paraná Guazú-Bravo y el canal Martín García oeste;
2) un eje semiprofundo hasta Concepción del Uruguay con 23/25 pies;
3) el eje interior extenso con 15 pies hasta el remanso de Garabí y, por el Aguapey, en su vinculación con el alto Paraná.
Dr. Nicolás Boscovich
Cuadros al óleo
-
"El Puchero" Óleo sobre lienzo, 1,00 x 1,20 m.
"FARP" Óleo sobre lienzo, 1,00 x 1,20 m.
"Pesanke" Óleo sobre lienzo, 1,00 x 1,20 m.
Hace 9 años
Hola , queria saber bien las caracteristicas fìsicas , las obras del hombre y el impacto ambiental , hacia la cuenca del Rio Uruguay ..
ResponderEliminarDejo mi mail,por si me pueden llegar a dar una ayuda sobre este tema ..
sandru-09@hotmail.com
Muchas Gracias!
Sandru, segui este blog o comunicate con Abaru, asocioacion binacional amigos del rio uruguay via email a abaruargentina@gmail.com, gracias por tu comentario, Tareferomusical
ResponderEliminar